UNA TORTUGA LLAMADA LIBERTAD
DEDICADO A TODOS USTEDES: EMIGRANTES DEL MUNDO
José Luis Jiménez(Los hechos ocurridos en esta historia son completamente reales y pueden ser comprobados en los registros de las instituciones mencionadas; las horas no son exactas ya que no tenía acceso a relojes, durante el relato trato de hacer el mejor estimado del tiempo)
PART II. EL ARRESTO (5:00 P.M. Miércoles 25 de Febrero de 2009)Son las 4:45 y voy saliendo de Florida Atlantic University, lugar donde estoy realizando mis estudios doctorales de Ph.D. en Sociologia y Derechos Humanos. Durante los últimos seis meses he viajado a FAU en Boca Ratón muy pocas veces ya que he venido sufriendo serios problemas médicos como consecuencia de un medicamento mal administrado (yo vivo en Fort Lauderdale). Estos problemas médicos me han prevenido de ejercer mis habilidades como Asistente de Profesor de Periodismo Radial en Florida Atlantic University; y como Profesor Adjunto de Problemas Ambientales y Biología en Nova Southeastern University.
Tengo 17 años en los Estados Unidos y tengo mi residencia legal desde 1997 otorgada en calidad de Individuo con Habilidades Excepcionales por mi labor internacional en pro de la conservación del ambiente y activismo por los derechos humanos. Durante estos 17 años, miles y miles de dólares han sido sacados en impuestos de mi decente salario dedicado a la educación de Ciudadanos Americanos. Cada mes han deducido de mi salario cientos de dólares en impuestos, seguro social, y Medi-care. En estos 17 años nunca he recibido un dólar del estado Americano para mejorar mi calidad de vida en este país, que considero como mío. Uno de los principales problemas médicos que estoy sufriendo por causa del medicamento es la pérdida gradual de visión en mi ojo derecho. Ojo del que dependo, no solo para sobrevivir en los quehaceres normales de un ser humano, sino que está afectando mi capacidad de expresión artística ya que soy fotógrafo y artista visual (ver mi blog artístico y ecológico: http://www.neoselva.blogspot.com/).
La razón por la que fui a Florida Atlantic University en Boca Ratón fue hablar con un consejero de la Universidad para ayudarme a conseguir un medico accesible económicamente que pueda revisar mi ojo derecho ya que con el costo de mis estudios no he podido paga un seguro medico. Hacía tres semanas había ido por la misma razón y en mi vía a Fort Lauderdale en I-95 me para un patrullero porque no había renovado mi registro desde Octubre. Honestamente yo he estado tan enfermo que ni me di cuenta, ni física o económicamente lo había podido hacer. De todas formas la gracia me costó $90 en un ticket, dinero que podría haber usado en un medico.En mi ruta de Boca Ratón a Fort Lauderdale decido ir al Wal-Mart localizado en Pompano Beach, entre Atlantic Avenue y Powerline Road para comprar comida. Alrededor de las 5:00 p.m. estoy en una fila de como 5 carros para hacer un U-Turn hacia la Izquierda y de esa forma entrar al Wal-Mart.
Estoy completamente parado y la luz cambia a verde y los carros al frente de mi comienzan a avanzar; yo los voy siguiendo. El sol que viene del Oeste esta justo en la parte derecha de mi cara y con el ojo derecho ya no veo nada. Con el ojo izquierdo me estoy concentrando en ver el tráfico que esperaba cambio de luz en el otro sentido y los cinco carros que están haciendo el U-Turn. Finalmente complete el Turn y los carros que vienen del otro sentido todavía esperan el cambio de luz.Cuando estoy entrando al estacionamiento del Wal-Mart buscando un puesto para estacionar, me doy cuenta que tengo un carro de la policía detrás indicándome que me detenga. Yo aunque todavía no tengo ni idea porque me detiene, hago lo que él me indica. Cuando el policía Dep. Mcclskey (15679-A2A) me pregunta si sabia porque me había parado yo le indique que no tenía idea y me dice que crucé el U-Turn en luz roja. Seguidamente se lleva mi carnet de conducir y mi registro del vehículo a su patrulla.
En ese momento comienzo a pensar que el problema de mi ojo es mucho más grave de lo que yo había pensado y me entro una tristeza profunda de que con los problemas de mi ojo ya no puedo cuidarme por mí mismo, ni siquiera para conducir a comprar comida. Luego de unos minutos el policía regresa con un ticket y yo pienso: Hace tres semanas ya me pusieron un ticket de $90 y ahora quien sabe cuánto será y yo que necesito ir al médico para que me vean mi ojo. Inmediatamente le pido ayuda al policía y trato de explicarle lo que me está pasando para que me oriente en qué hacer.
El mismo segundo que el policía oye mi acento, note como su rostro cambiaba en una actitud de odio y resentimiento como yo nunca había visto en un ser humano. Empieza a gritarme y burlarse de mi, mientras en mi mente yo pensaba que yo nunca hubiera permitido que un alumno mío se graduara de la Universidad con una forma de pensar tan retrograda y tan abusiva a lo que es la esencia humana.
Sin mas explicación, abre la puerta de mi vehículo y me dice que me está arrestando por negarme a firmar el ticket; cosa que nunca ocurrió porque yo nunca dije que no iba a firmar y no me dio ni dos minutos para explicar lo que ocurría.Inmediatamente me esposa y me mete en la patrulla, mientras desde afuera él y su compañero se burlan de mí explicándome los colores del semáforo y cómo cambian las luces, todo esto ante las miradas atónitas de los clientes de Wal-Mart; cualquiera de mis estudiantes podría estar viendo esto pensando cualquier cosa sobre su profesor.Ya dentro de la patrulla y esposado, los policías deciden revisar mi carro mientras yo permanezco por más de media hora encerrado en la patrulla sin aire acondicionado y con el sol apuntando directamente sobre el vehículo.
Yo que he tenido problemas estando fuera la cama por más de dos horas, empiezo a marearme y a sudar frio. Mi corazón empieza a latir mas fuerte mientras veo como los policías revisan mi carro y se comentan cosas mientras se ríen. Finalmente cuando el dep. Mcclsky viene al vehículo; mientras empieza a escribir el reporte le digo que tengo problemas médicos y que si por favor puede poner el aire acondicionado porque estoy sudando y teniendo problemas para respirar.
El policía me dice que no tienen aire en la parte de atrás; inmediatamente yo le digo que si una persona civil hubiera dejado un perro encerrado en un vehículo por tanto tiempo bajo el sol, iría presa inmediatamente; Mcclosky me ignora completamente. Luego le digo que todos mis registros médicos están en mi vehículo en una carpeta y que por favor no me lleve arrestado sin mis papeles médicos porque si me pasa algo los médicos sabrían como atenderme.
Al menos atendió a ese llamado y busco mis papeles en el vehículo, sin embargo con el calor y los nervios me empiezo a sentir peor y me da un dolor en el pecho y le digo al policía que necesito un doctor inmediatamente. Con todo su cinismo y odio lo hace a regañadientes.
Al rato, llegan unos paramédicos que me preguntan qué me pasa, bien arrogantes ellos también, le explico y me ponen electrodos en todo el cuerpo, mientras me repiten en forma burlesca de porque no quise firmar el ticket, me revisan el corazón y lo único que dicen es que mi Corazón esta mejor que el de ellos, cínicamente. Una de las cosas que más me sorprendió es que me preguntaran varias veces de que país era yo, no sé qué tiene que ver eso con la emergencia médica que ellos están obligados a resolver.
Luego de hacer un reporte los paramédicos se van y me dejan con la camisa abierta y todos los electrodos pegados del cuerpo. Mcclosky, entra a la patrulla y se prepara para llevarme a la cárcel. Todo esto ocurre ante las miradas de los curiosos clientes de Wal-Mart y yo todavía esposado.Dentro de mí pasan miles de sentimientos de frustración, humillación, impotencia, rabia, tristeza; aparte de estar mareado, sudado, etc. “Como puede ser que un guardián, supuestamente, de mis derechos civiles pagados con el dinero de mis impuestos este violando en estos momentos todos mis derechos básicos como ser humano.
Un ser humano que por medio de sus prejuicios, decidió tomar la ley en sus manos y ejercerla a su disposición. Que peligro para una sociedad… Secuestrado y juzgado sin haber pasado por una corte para decidir mi culpabilidad de un crimen.”Mi instinto de profesor emerge en ese momento y comienzo a dar un sermón sobre los derechos humanos y como el debería estar buscando los verdaderos criminales y terroristas en vez de sentirse tan heroico arrestando a una persona enferma que lo único que buscaba era ayuda.
Me replica que si no me gusta que entonces me regrese a mi país. Yo le digo que yo he hecho más por este país y por mejorar la calidad de vida de esta sociedad que todo el trabajo, como policía, que él va a hacer por el resto de su vida. Mcclosky se ríe cínicamente.Le digo: “Si te sientes tan heroico deberías ir a Irak y luchar contra el Terrorismo, que para eso también han ido los impuestos que yo pago; y de paso te pones un poco en forma…”Mcclosky inmediatamente golpea los frenos del vehículo para hacer que mi cara golpee el vidrio que nos divide. Yo aprieto mis rodillas contra el asiento delantero y evito el impacto con el vidrio ya que estando esposado no podía sujetarme de nada.
Me doy cuenta que le di en la madre… y entre dientes y como pensando para mi le digo: “Eso dolió ah?” Mcclosky no dice nada y se queda callado por el resto del viaje hasta la cárcel de Pompano. De vez en cuando, Mcclosky recibía llamadas por su celular privado contándoles a sus amigos y familiares sobre qué gran policía era él.
II. PRIMERA CARCEL EN POMPANO (en algún momento durante la noche)Luego de manejar por tantas calles desconocidas mientras oscurecía en Fort Lauderdale, llegamos a un sitio parecido a una comisaría donde entraban y salían policías.
Todavía esposado y mareado y lo demás, Mcclosky decide terminar su reporte en el vehículo; y yo que todavía no he tenido nada de aire por más de dos horas. Ahora decide llamar a alguien más para preguntarle que como puede llenar un reporte de negación a firmar un ticket; el otro al parecer tampoco tiene idea, pero algo hay que poner… Finalmente me saca del vehículo y yo pienso para mí, “por fin me voy a salir del Mcclosky…” Para que lo pensé! “Dios, que mala suerte…”Al entrar a la cárcel, dos enfermeras salen a revisarme y cuando ven que tengo todavía los electrodos pegados en mi pecho se niegan a admitirme y le dicen a Mcclosky que allí no me pueden recibir si estoy teniendo problemas del corazón, inmediatamente me pasan a una enfermería y una de las enfermeras me empieza a hacer preguntas y yo le explico lo que estaba ocurriendo, me hace salir para decirle a Mcclosky que me debe llevar a la emergencia de un hospital y él me hace quitar los zapatos y el cinturón, yo le digo que no puedo a menos que me quite las esposas. Solamente me quita una esposa, primera vez en no sé cuantas horas, y sin haber tomado un vaso de agua desde el mediodía.
Me quito los zapatos y la correa, los pone en una bolsa de papel y procede a llevarme al hospital. Mientras vamos saliendo me lleva esposado y me va empujando para que yo valla adelante sin saber a que dirección ir; sino siguiendo los empujones de Mcclosky. Al pasar por una de las puertas golpeo mi hombro derecho con el marco de la puerta porque mi ojo me impide medir distancias bien, para Mcclosky eso no es un problema ya que resuelve ponerme en camino de un empujón.
III. EN LA SALA DE EMERGENCIA DE ALGUN HOSPITAL EN FORT LAUDERDALE; EN CUALQUIER MOMENTO DURANTE LA NOCHE…Desde fuera de la patrulla puedo percibir que estamos entrando a la parte de emergencia de un hospital, yo todavía esposado. Antes que Mcclosky se prepare a sacarme del vehículo para entrar a la sala de emergencia le pedí que por favor trajera con el todos mis registros médicos para que los doctores puedan entender lo que me está pasando; Mcclosky ignora mi pedido y procede a ingresarme al hospital esposado. La gente se alejaba de mí pensando que yo era un criminal peligroso.
Me sienta en la sala de espera, todavía esposado, y en reacción inmediata toda la gente que estaba sentada alrededor mío se alejo.Por fin llaman a mi nombre y una enfermera Latina joven y muy amable, ve como el policía me viene empujando esposado y dice: A que se debe tanta brutalidad, que esto es la sala de un hospital, mirándole la cara a Mcclosky. Yo mirándole a los ojos trato de agradecerle por haber notado lo que está ocurriendo.
Ella me pide que firme un formulario pero Mcclosky, espera a que yo lo firme esposado. La enfermera le reclama a Mcclosky: “¿Por favor puede quitarle las esposas para que pueda firmar?”Mcclosky, solo me quita una esposa y la enfermera tiene que sujetarme el papel después de varios intentos de tratar de firmar mientras el papel se movía con la presión del bolígrafo. Inmediatamente luego de firmar me esposa de nuevo y me regresa a la sala de espera.Llaman a mi nombre y un enfermero de apariencia Anglosajona de cuarenta a cincuenta años vestido de azul empieza a hacerme preguntas. Inmediatamente el enfermero decide hacer amistad con Mcclosky y empieza a tratarme cínicamente y a cuestionar porque no firme el ticket.
Luego me pregunta que en que trabajo y le digo que soy profesor universitario en una cátedra de derechos humanos. Inmediatamente le miro los ojos a Mcclosky y le noto que en su lenguaje corporal y su expresión facial como que quizás dos neuronas como que se medio aproximan y un vago pensamiento se sugiere en el cerebro de Mcclosky: “¿Sera verdad?” ZZZZDe vuelta a la sala de espera no sé cuánto tiempo más. Por fin llaman a mi nombre, luego me hacen pasar a un consultorio de emergencia y Mcclosky continúa llevándome a empujones. Me sientan en una cama y Mcclosky agarra una silla que estaba en el consultorio; la pone interceptando la puerta; se va a comprar un Sprite a una maquina de refrescos.
Luego llenando su panzona holgazana se sienta en la silla para bloquear mi salida. Después de otros incontables minutos se acerca un doctor muy amable. Me empieza a revisar y le empiezo a contar lo que me pasa. El doctor le pregunta a Mcclosky que por que estoy arrestado y Mcclosky responde que me negué a firmar un ticket por haberme pasado una luz roja. Yo le explico al doctor que yo estaba tratando de pedir ayuda y Mcclosky no me dejo explicar.
También le dije al doctor que mis registros médicos estaban en la patrulla y que era importante que él los revisara y Mcclosky se negó a irlos a buscar. Empiezo a ver la indignación del doctor, me pone la mano sobre el hombro y me dice: “tranquilo, yo te voy a ayudar.” Me revisa el ojo y me dice que necesito ir a un oculista urgentemente; le explico que yo no tengo seguro medico; lo que completo de llenar al doctor de impotencia e indignación.
Mueve su cabeza de un lado al otro como señal de desacuerdo contra la injusticia del sistema, pero completamente incapacitado de actuar en mi favor. Yo continúo esposado y me revisa el Corazón, esposado. El doctor me dice: “Oye, tú puedes venir a este hospital a revisarte el ojo. Antes de irte de aquí yo te voy a dar mi tarjeta para que regreses que yo te voy a ayudar.” Todo esto enfrente de Mcclosky que no se separaba ni a dos metros de mí. El doctor sale de la sala y dice que iba a escribir el reporte; nos deja solos otra vez por unos minutos.
Luego, viene un enfermero que me hace un examen típico de los ojos con el cartelón de letras, obviamente con mi ojo izquierdo yo veía perfectamente todas las letras hasta la línea roja. Con mi ojo derecho no podía pasar de la segunda línea; considerando que la primera línea es la letra “E” gigantesca.
El enfermero hace sus anotaciones y se las lleva al doctor. Luego de varios minutes el enfermero viene con el reporte, se lo da a Mcclosky y el comienza a empujarme fuera de la sala de emergencia y yo le digo que el doctor quería darme una información para regresar al hospital y Mcclosky continuo empujándome hasta la patrulla.
IV. EN LA CARCEL DEL CONDADO DE BROWARD; EN LA MADRUGADA DEL DIA JUEVES 26 DE FEBRERO DE 2009
Todavía esposado desde las 5 P.M. del día anterior llegamos a la cárcel principal del Condado de Broward. Mcclosky me saca del vehículo y me lleva a empujones a la entrada de la cárcel. Allí, espero que me revisen y me quitan mis calcetines y me dejan solo con unas pantuflas plásticas gigantescas. Dos enfermeros salen a revisarme y les explico todo y les pido que me lleven a un medico. Luego sale un carcelero para hacerme entrar.
Mientras el carcelero me lleva, Mcclosky, empieza a burlarse de mi ojo y a decir cosas sin sentido para que yo las escuchara. Yo, mirando al piso y caminando, le digo: “I feel deeply sad for you, because you are rotting inside your own resentment…” Fue la última vez que vi a Mcclosky.
FINAL PARTE IPARTE II: SEIS GRADOS DE SEPARACION DE LIBERTAD; CARCEL DEL CONDADO DE BROWARD; ALGUNA HORA DE LA MADRUGADA DEL JUEVES.I. DE UN SECUESTRO A UNA LUCHA CONTRA EL TIEMPO PARA SALVAR LA VIDA DE LOS ANIMALES EN NEOSELVA.Dejo a Mcclosky atrás y el carcelero me guía esposado por un portón de la cárcel… Siento un gran alivio de separarme de Mcclosky y tengo la esperanza que alguien con un poco de raciocinio me ayude con la pesadilla que estoy viviendo. Para ese momento yo ignoraba el regalito que me había dejado Mcclosky.
Lo primero que se nota al entrar a la cárcel es el frio intenso que te golpea muy adentro de los huesos. Empiezo a temblar de frio incontroladamente después de estar sudando por horas dentro de la patrulla; y de tener la camisa toda desbotonada de tantas revisiones. Sin tener mis manos sueltas para abotonarme.Alrededor mío un caos de gente arrestada: borrachos, delincuentes, miembros de gangs y quien sabe cuántos asesinos disfrazados dentro del bullicio. Me vuelven a revisar completamente y me envían a una celda de espera de unos cuatro metros por cuatro metros, y un baño abierto donde no puedes hacer tus necesidades sin que se enteren los cientos de personas que están alrededor.
Pero eso todavía suena bueno, si no menciono que en la celda había unas quince personas junto conmigo. Unos sentados en unos bancos metálicos alrededor de la celda; dos sentados sobre el baño y el resto acostados o sentados en el piso frio. A mí me toca sentarme en el piso frio. Todavía no he tomado ni una gota de agua desde el miércoles antes del arresto.Yo me cargo de paciencia y empiezo a analizar todo lo que veo.
Una cosa que me llama mucho la atención es que de alrededor de cada seis personas 3 son Afro-Americanos; 2 son Latinos; y uno es blanco, borracho y lo tienen que arrastrar para moverlo. Esas proporciones me hacen dudar mucho y pienso para mí: “No puede ser que los blancos cometan menos crímenes que dos grupos minoritarios juntos.”En mi celda, Carlos, un muchacho latino de unos 23 años, golpeado en la cara y con unos vendajes en los brazos empieza a desesperarse y a gritar cosas sin sentido. Los demás detenidos, suspendidos en sus pensamientos, ignoran y esperan ser llamados por su nombre. Luego de varios días me entere que Carlos había sido apresado por “Resistencia No Violenta a la Autoridad”; pero menuda paliza que le dieron los policías…Luego de mucho tiempo empiezan a llamarnos por los nombres y nos van llevando, uno por uno, a sacarnos la foto “de la fiesta” y tomar nuestras huellas digitales. Cuando me toca mi turno, también me toca escuchar las palabras acusatorias del oficial, que mientras me toma la foto y me hace poner mis dedos en la maquina, me da un sermón de porque no firme el ticket.
Luego de eso, me regresan a otra celda de espera con otros tantos compañeros.A continuación, una enfermera Latina llama mi nombre; me lleva a un pequeño consultorio más frio que en las otras aéreas y me pregunta sobre mi historia médica. Yo le explico lo que me está pasando y ella me explica que debí haber firmado ya que si el policía esta de mal humor, nunca va a escuchar mi historia. Yo le explico que el agente no me dio la oportunidad ni de decir que yo no iba a firmar el ticket. Ella, dentro de la dureza de su trabajo me dice que va a escribir en mi formulario de ingreso que me tiene que ver un doctor dentro de la cárcel… Eso nunca paso…
De vuelta a la sala de espera, a los oficiales que registran a los arrestados les da por tomarse un descanso y comerse unas cositas mientras el número de arrestados continúa acumulándose. Al final de la hora social de los carceleros, llega el cambio de turno… Hay que esperar como una hora para que los oficiales del turno nuevo estén listos para seguir registrando ganado; Perdón, seres humanos… Solo que todavía hay un problema; el turno nuevo también necesita comer… Entre hacinamiento y frio seguimos esperando a que alguien decida continuar registrándonos.Para ese momento yo ya me siento como la mierda y uno de los oficiales llama mi nombre; yo le explico que me siento muy mal, que necesito ver a la enfermera. Me manda para la salita de enfermería y ya mi amiga Latina se había ido.
Pues esta vez me toca una resentida con un odio interno tan grande que no cabe en su voluptuoso cuerpo… nunca me mira a los ojos y me hace sentar debajo del aire acondicionado y yo le digo que me siento muy mal y que el aire me está afectando más… Todavía sin mirarme a los ojos, se da la espalda poniendo su enorme trasero en mi cara para tomarse tranquilamente su café.
Luego que toma el café y habla con sus amigotes sentados dentro del consultorio. Luego me comienza a gritar que ella no puede hacer nada por el aire acondicionado y que si quiero salir de allí que me tengo que quedar tranquilo. Me revisa la presión y me dice que estoy perfecto que me regrese a mi celda.En la vía a la celda me paro enfrente del oficial de registro y le explico que él me había llamado anteriormente y que yo fui a hablar con la enfermera. Me mira, y se pone a hacer algo más sin mencionarme una palabra… Luego se va a hacer otras cosas dejándome a la espera. Yo me quedo observándolo y noto que no está haciendo nada productivo… Que solo tiene ganas de joder.
Finalmente luego de como diez minutos decide atenderme sin evitar expresar su resentimiento en su lenguaje corporal. Me empieza a pedir mis datos y me dice que si tengo algún contacto o un teléfono de alguien; le digo que todos mis contactos están en mi cartera y en mi celular que si es tan amable y me da acceso a ellos para poder darle la información. Inmediatamente me responde que es imposible. Luego me dice que mi fianza es de $25 y que si y podía pagarla para salir. Por su puesto, yo le digo que tengo dinero en mi cartera y que también tengo una tarjeta de crédito la cual puedo usar para pagar mi fianza.
El me dice que en los registros de su computadora aparece que yo solo tengo mi licencia de conducir en mi posesión y que no hay tarjeta de crédito. Yo insisto que yo tenía mi cartera en mis manos al ser arrestado y que tengo suficiente dinero para pagar. Inmediatamente me replica que aunque tuviera la tarjeta ellos solo reciben cash; que la maquina que ellos tienen solo da billetes de $20 y que mi fianza era de $25. Yo le explico que eso no es problema que yo saco $40 y ellos se pueden quedar con el cambio. El dice que mejor me pone para que vaya a la corte en la mañana, donde el juez puede determinar mi salida y yo puedo pagar los $25. Jodido y con frio, no me queda más remedio que esperar. Ya para ese momento nos van esposando en parejas para llevarnos a la cárcel principal.En fila nos van llevando a un ascensor que nos llevara a mi hogar por los próximos 3 días…
II. ACINAMIENTO ANTIHIGIENOCO Y DEGRADACION HUMANAAl salir del ascensor nos van llevando a una zona de celdas donde hay un área común con mesas, un televisor y teléfonos; además de dos pisos de celdas más pequeñas como de 4x8 metros, con literas y un baño abierto; Todo en la misma celda. A las celdas del segundo piso se accede por una escalera forrada en barras.Al entrar, nos van quitando las esposas y nos dicen que tomemos una manta cada uno que están apilada en unos contenedores azules con ruedas.
El muchacho que está delante de mi recoge su manta y dice “Oh shit this blankets are stinky dirty”; algo así como: “Mierda, estas mantas huelen a sucio”.Yo ya muerto de frio e indignación digo: “Lo que sea”; recojo un pedazo de tela, lleno de sudor de cientos de seres humanos que buscaron cobijo en él para calentarse en horas de caos e intimidación. Me dicen que la próxima comida es a las 4:00 AM y luego de eso tenemos que prepararnos para ir a juicio. Luego nos obligan a entrar a las celdas más pequeñas para pasar las horas que faltan para ir al juicio.
Las celdas solo tienen una litera de dos camas; son de aproximadamente 8x10 metros con un baño público y un lavamanos; sin embargo, nos obligan a entrar de a tres por celda. En una de las camas hay una colchoneta adicional que uno de mis compañeros de celda pone en el piso para proceder a dormir (lo poco que se podía dentro de las circunstancias). Las celdas son extremadamente sucias y las colchonetas son de semi-cuero y están casi todas agrietadas y rotas por el constante uso. “No quiero ni pensar cuantas veces han sido lavadas.” Para ir al baño, tienes que exhibirte en frente de tus compañeros de celda. Si no vas al baño, tienes que oler a tus compañeros.
Así pasan las horas hasta las cuatro de la mañana.A las 4:00 AM empiezan a decir cosas que no se pueden entender por los parlantes… Lo que logro entender es que todos debemos salir de las celdas y dejar las mantas en la cama para proceder a comer.Cientos de personas salen de las celdas medio dormidos, cansados y frustrados, luego de una noche interminable. Nos informan que debemos buscar un puesto en alguna mesa y esperar a que traigan la comida.
Me siento en una mesa y espero. Mientras tanto, noto que hay un muchacho turista italiano, Giuseppe, que no habla ni Ingles, ni español. Como yo hablo italiano, empiezo a explicarle todo lo que va pasando.Traen la comida: salami y queso y unos pedazos de pan… Salami y queso; queso y salami; salami y queso…queso y salami… mierda irreconocible; salami y queso… Esas fueron mis comidas durante mis días de estadía en el Hotel cinco estrellas.
Le explico a Giuseppe que mi cartera esta dentro de mis propiedades y que después del juicio yo pago por mi y también pago por él para sacarlo… Hago una promesa con el…Luego de comer, nos empiezan a preparar para el juicio y nos van diciendo que lo mejor para nosotros es decir “si” a todo lo que diga el juez. Que él no quiere escuchar ninguna de las razones por las que estamos allí y que si queremos salir rápido, tenemos que obedecer a todo lo que nos digan.Finalmente nos llevan ante el juez… Giuseppe que no entiende nada, y yo explicándole todo lo que ocurre: “Yo te prometo que cundo llegue tu turno yo te voy a traducir ante el juez todo lo que se valla diciendo” le explico para calmarlo.Uno por uno van pasando ante el Juez: crímenes de robo agravado, violencia domestica, trafico de drogas, etc.; y mucho más…Le toca su turno a Giuseppe y no me permiten traducirle porque soy prisionero y puedo cambiar la versión… Me siento a ver como el Juez hace el ridículo tratando de determinar que cargos le pone a Giuseppe…Luego toca mi turno donde se tenía que explicar el hecho de que supuestamente yo me había negado a firmar una infracción de tránsito.
El juez determina que tengo que pagar los $25 como fianza y luego tengo que esperar a que me asignen un día para mi juicio. Yo les notifico que yo tengo mi cartera en mi posesión y que puedo pagar los $25 con mi tarjeta en cuanto me la den. Inmediatamente me hacen pasar a hablar con los para legales a los cuales les explico que yo puedo pagar por mi fianza en cuanto me den mi cartera. La para legal me dice que les explique a los carceleros cuando regrese a la celda que yo voy a pagar por mi fianza.
Termina el juicio y a Giuseppe ya se lo habían llevado a la celda general; cuando me van a hacer entrar a la celda, le explico al oficial lo que me dijeron en el juicio: que solo tenía que acceder a mis documentos para pagar mi fianza.Buena mierda que me toca de oficial que ignora completamente lo que le digo y me encierra de nuevo.Allí me encuentro de nuevo con Giuseppe que esta mas perdido que la moral de ese sitio… Trato de calmarlo y explicarle que yo estoy a punto de salir y que una vez afuera pagaría por él.Mientras hablamos, Alberto, un muchacho de Puerto Rico se nos acerca y empieza a hablar con nosotros. Alberto, como buen Latino, es conversador, amigable y un admirable don de gente… Allí, todos sentados hacemos la promesa que el primero que salga ayudara al resto a salir.Cambian de turno para los oficiales y yo todavía adentro… Ya otro muchacho que está a punto de salir le ofrece a Giuseppe pagar por él y sacarlo… Yo todavía con la esperanza de que me vayan a dar mi cartera para poder salir.
Cuando el nuevo oficial de turno entra a las celdas le explico mi situación y el sale de la celda. A las dos horas entra de nuevo y le recuerdo sobre mi caso y me responde: “¡Quien te manda a no firmar la infracción!” Me doy cuenta que estoy hablando con otro ser lleno de resentimiento y que no voy a llegar a nada con el… Luego me dice que en el sistema aparece que yo no tenía mi cartera en mi posesión cuando el arresto… Eso me trae el recuerdo de una persona que pensé que ya estaba lejos de esta historia: “Míster Mcclosky”.
Todos mis contactos telefónicos, dinero, y tarjetas de crédito e inclusive mi tarjeta de residencia legal estaban en la manos del ciudadano: Míster Mcclosky y de su decisión de no registrar mi cartera dentro de mis posesiones… Ahora yo, ya no podía salir por mis propios medios… Tampoco podía comunicarme con nadie…Ya van dos días encerrado y yo no he podido ir a darle comida y agua a mis animalitos y a Yagui… Un día más sin agua y comida y los pajaritos que he rescatado de una vida de abusos y enfermedades y que yo les prometí una mejor calidad de vida comenzarán a morir poco a poco…
I. TONTOS UTILES RESFORZANDO HEGEMONIAS…HAY UNA PROFUNDA CRISIS SOCIAL Y NADIE SE OCUPA DE COLABORAR CON UN CAMBIO…
Para este momento, yo ya le he costado al sistema estatal, que también sale de mis impuestos, mucho más de los $25 de mi fianza… Entre abuso verbal e intolerancia de Mr. Anderson, me doy cuenta que la mayoría de los prisioneros tienen un formulario de entrada con el respectivo numero de arresto; y una lista de los objetos que tenían en su posesión al momento de la aprensión.
Luego de registrados, firmaron el formulario para confirmar que todas sus posesiones estaban en la lista, para luego retirarlas al momento de la salida o deportación.¡Qué increible Mr. Mcclosky, que usted nunca me hizo firmar este formulario! “¿Ahora como demuestro yo que poseía mi tarjeta de crédito al momento del arresto?”Alberto me menciona que sobre los teléfonos se encuentra un listado de agencias que al contactarlas pagan la fianza por ti; cobrándote 3 veces más que el monto que le debes al estado por tu detención. Sin acceso a ninguno de mis documentos o teléfono celular se me hace imposible recordar los números telefónicos de mis amigos o de mi abogado… Gracias a la tecnología, prefiero ocupar el espacio de mi memoria a otros asuntos quizás mas triviales que al la acumulación de números si sentido… La próxima vez, me hago tatuajes en los brazos con todos los teléfonos de mis contactos…
Pero un momento, me falta un detalle; con los teléfonos de la cárcel no te puedes comunicar con números de celulares. Así que los tatuajes deben ser de números de residencias u oficinas… Me imagino que también tengo que añadir a los tatuajes los horarios en los que me puedo contactar con mis amistades… Ya que si no es horario de oficina, estoy jodido… Ah, otro detalle… Solo hay dos teléfonos gratis y otros dos para llamadas por cobrar; esto como para una población de 100 a 150 personas.
En todos los teléfonos hay una grabación de más de dos minutos donde le explican a la persona que estas llamando que esa es una llamada desde la cárcel del condado de Broward y que si desea aceptar la llamada… ¡Olvídate de llamar al trabajo o a la suegra! Luego la grabación te dice que esta llamada está siendo monitoreada y que si deseas aceptar que te graben. ¿Aceptar que? ¡Si me estás diciendo que estas monitoreando y grabando la llamada! ¿Quieres que te diga? ¿Que no quiero que me escuches? En fin, después que pasas como 3 minutos en el cuento de la grabación, miras arriba del teléfono y te dice que no puedes hablar más de cinco minutos… Todo esto, luego que has esperado en una línea de más de 20 personas empujando y gritándole a otros que no se metan delante de ti… Todas las peleas entre prisioneros que vi fueron enfrente de los teléfonos; un par de ellas muy violentas.
Muchas personas, desesperadas, se pasan de los cinco minutos bajo los gritos de todos los que esperan impacientemente poder conectarse con alguien, allá afuera. Aparte de esto, el trato entre prisioneros fue siempre muy cordial y de camaradería. Inclusive, los prisioneros se comparten alimentos a la hora de la comida.Mr. Anderson, tiene bajo su control un interruptor que puede cortar las llamadas a su discreción…Muy triste Mr. Anderson que usted, siendo una minoría también, se convierta en un bobo útil para oprimir a sus hermanos…
Porque, Mr. Anderson, estamos entrando en una nueva era y ese estilo bushista acaba de demostrar que fracaso totalmente. Entramos en la era colaborativa… donde nada se queda dentro de las paredes de la cárcel. Usted podría colaborar un poquito más. Finalmente, cuando me llega mi turno para hablar, La grabación me dice que marque mi número de arresto…
LA HISTORIA CONTINUA…
No hay comentarios:
Publicar un comentario